Curriculum Breve
Profesora-investigadora de la Licenciatura en
Literatura Hispanoamericana en la Unidad Académica de Filosofía y
Letras de la Universidad Autónoma
de Guerrero. Chilpancingo, Gro.
Perfil PROMEP desde 2007.
De 1990 a la fecha
ha colaborado en revistas y periódicos regionales: Semanario El SUR, TIERRA
ROJA, Revista MASAS, Revista OLEAJE, Revista MUJERES,
Revista CONVERSA, Revista BARRO SUR, Revista HOJAS DE AMATE, FEM,
ALTERIDAD, entre otras, con artículos diversos sobre literatura, género y cultura
Promotora
cultural desde 1990 a la fecha y feminista militante, es miembro del Grupo Plural por el avance de las
Mujeres en Guerrero.
Ha participado
como ponente en diferentes congresos nacionales e internacionales.
Actualmente es
responsable del Museo Universitario José Juárez de Chilpancingo, Gro., y
Directora fundadora de la Revista Hojas de Amate, tercera época, editada por el
Gobierno del Estado.
Es también
miembro del Consejo Consultivo de la SEMUJER Guerrero.
Comentarista de temas culturales en la
explosiva, Radio Capital. Desde 2006
Responsable del Museo José Juárez. 2011-2012.
Directora de la
Revista Hojas de Amate. Gobierno del Estado. 2012.
Estudios
Su último grado es Doctorado en Literatura en
el CIDHEM de Cuernavaca, Morelos
Otros
Fundadora y
directora de la revista Amate, cultura y sociedad. (1997-2004)
Fundadora y
directora de la Revista Hojas
de Amate, arte y cultura de Guerrero
(segunda época) (2004-2006)
Fundadora y directora
de la revista Costa Suriana (1996-98)
Miembro de la Red
Nacional e
Internacional de Mujeres Periodistas con
una visión de género.
Miembro de CIMAC (Centro de Información de la mujer A.C)
Fue Directora
General del Instituto Guerrerense de la Cultura.
Fue Coordinadora
de Proyectos Especiales del Gobernador de
Guerrero.
Productora y conductora del programa radiofónico Cuarto
Creciente, un espacio de investigación periodística con visión de género,
por XEUAG, 840 Radio UAG. (2000 -2007)
Integrante de la Red Internacional de
Mujeres Periodistas con Visión de Género. CIMAC. A.C. e integrantes del Centro de Información de la Mujer CIMAC,
A.C (1996-2008)
Publicaciones:
2012
------ Manzano Añorve Ma. de los
Ángeles Silvina. Reunión de Voces Guerrerenses (antología de
poetas nacidos de 1960-90). Ediciones
Eón-UAG.
-------Manzano Añorve Ma de los
Ángeles Silvina y Silvia Guadalupe
Alarcón Sánchez. La espiritualidad en la literatura mexicana siglos XVIII y XX en Filosofía y Lenguaje. EON-UAG.2012.
Manzano Añorve Ma. de los Ángeles Silvina. “Apuntes sobre poesía y violencia en los
últimos tiempos. La palabra adolorida.” En Literatura y Violencia. Ediciones
Sigla –UAG.2012.
2011
----- Manzano Añorve Ma. de los
Ángeles Silvina. El sentido místico-erótico en la poesía de
Enriqueta Ochoa. Ediciones EON, México, 2011.
----- Manzano Añorve Ma. de
los Ángeles Silvina. “La
Poética de Enriqueta Ochoa” en la Revista mexicana de Literatura.
EON-Universidad de Texas.
----- Manzano Añorve Ma. de
los Ángeles Silvina. “El
Paisaje en tres poetas guerrerenses” en la Revista Tlamati. Universidad
Autónoma de Guerrero.
2010
-- Manzano Añorve Ma. de
los Ángeles Silvina. -“la
epifanía de la palabra” en Literatura y hermenéutica. UAG_ ediciones Torres,
México, 2010.
2009
---- “Breve Atisbo sobre Canto Malabar de Elsa
Cross” en Revista
Tlamati No. 1, año 1, Universidad Autónoma de Guerrero, 2009, Chilpancingo, Gro. pp. 25- 31.
-----“Soliloquio
Frente al Mar” y “Mi Madre era otra Mujer” en Revista Cultural de Veracruz, No. 42, Abril de 2009. Jalapa, Ver., pp. 46-49.
-----“Las
Vírgenes Terrestres de Enriqueta Ochoa” en Los
Divertimentos de las musas. Ensayos sobre Escritoras Mexicanas e
Hispanoamericanas. Alma Leticia Martínez Figueroa (comp. y ed.),
Hermosillo, Sonora, Ed. Universidad de Sonora, 2009, pp.71-82.
----“La
poesía de Hernández Avelar: Rumor de Aguas Profundas” en Revista Voces de Tierra
Caliente, año 4, No. 14. Marzo-Abril, 2009, Morelia Michoacán, pp. 19.
----“Socorro
Trejo: Poeta de los Incendios compartidos” en Ensayos Literarios. Primer Seminario de Titulación en Literatura
Hispanoamericana. UAG, Chilpancingo, Gro., 2009, pp. 17-26.
2008
------Poema del llanto y
otros relatos. Ediciones Sigla-UAG-SEMUJER, Chilpancingo, 2008.
------“Limonaria en Flor” en Antología Palabras que cobran vida.
SEMUJER-Instituto de Liderazgo Simone de Beauvior AC, México, 2008.
Anteriores a 2008
---- “De noche” en Reunión de poesía erótica.
(Colectiva). Clandestino. Cuernavaca,
20007.
------“Enriqueta Ochoa y la generación de medio
siglo”, en Ciencias Sociales y Humanas, Lecturas desde el sur de México,
Universidad Autónoma de Guerrero-Unidad
Académica de Filosofía y Letras, Chilpancingo, 2006, págs., 275-284.
------Prólogo al libro: El espejo de una mujer
rota,
Gobierno del Estado de Guerrero,
Chilpancingo, 2002, Págs., 107.
------OMETEPEC,
Historia y Cultura. Ediciones
Eón, México, 1997
-------“Poemas Instantáneos” en Marisma, Antología de poesía, Acapulco, 1994
-------Cuajinicuilapa,
Historia oral, 1990-1940. Ediciones Artesa, 1991.
Proyectos de investigación:
----Análisis
de la poesía mexicana contemporánea
---- Escritura y pensamiento en autores
contemporáneos.
Ma
de los Ángeles Silvina Manzano Añorve y Silvia Guadalupe Alarcón Sánchez
LA ESPIRITUALIDAD EN LA LITERATURA MEXICANA
SIGLOS XVIII Y XX
Introducción
La definición de literatura ha variado
con el paso del tiempo, el contexto histórico y cultural ha determinado en gran
medida sus características. En un pasado lejano las obras literarias confluyeron con la historia y la filosofía. La espiritualidad fue uno de los
principales temas abordados. En la primera parte de este trabajo se presenta un
estudio de algunas escritoras novohispanas en el siglo XVIII y el uso que hacen
de su cuerpo como un medio transgresor para lograr la espiritualidad. La
intención de este trabajo es exponer cómo se ha presentado este tema en dos
épocas distantes, en los siglos XVIII y el XX y reflexionar en las
coincidencias existentes y su repercusión en la literatura.
En tiempos pasados el
cuerpo femenino fue utilizado como medio para acceder a lo divino, esto fue
logrado a través de sufrimientos, de autotorturas. Quienes sufrieron más esta
condición fueron las religiosas. Se sabía que ellas tenían muchas represiones,
la mayoría prescritas por la religión, por lo que los escritos mostraron los
éxtasis, las visiones, la presencia del diablo, como una catarsis que fue señal
de turbaciones conductuales represivas. La explicación científica que la
psicología trata de dar, resuelve a medias el problema acerca de aquellas
religiosas que se pensaban poseídas, no se trata solamente de represiones sexuales,
sino del ambiente cerrado que vivían en el convento.
Estos desórdenes, que
en el interior de los conventos eran parte de una normatividad no explícita, se
suscitaron también en el exterior, es decir, en mujeres que no pertenecieron a
una orden religiosa, pero que tuvieron enorme influencia de la Iglesia. Ejemplos
de ello son las autobiografías de María Rita Vargas y la de María Lucía Celis,
publicadas con el título de María Rita
Vargas, María Lucía Celis. Beatas embaucadoras de la colonia (1988), transcrito
de un archivo que data de fines del siglo XVIII por Edelmira Ramírez Leyva.
Ejemplo de la vida conventual es el de Sor Sebastiana de las Vírgenes, que se
encuentra en el libro En religiosos
incendios (1995) cuyo documento original, que data de fines del siglo
XVIII, fue localizado por María Elena Sánchez, con un estudio de Beatriz
Espejo. Existe otro texto que es una novela derivado de un documento original localizado
en el Archivo de las Indias que se remonta a fines del siglo XVII y cuyo
contenido es revelador, pues también da cuenta de una transgresión ocasionada
por una religiosa en complicidad con un religioso y cuyos datos fueron
recopilados por Antonio Rubial García en Los
libros del deseo (1996).
Los
relatos de personas que presumían de santidad, como los citados anteriormente y
que eran reconocidos por la
Iglesia y por la sociedad se recogían en las llamadas
hagiografías.
El interés por la literatura hagiográfica
enla América Española
nació
desde
fines del siglo XVI y pervivió hasta bien entrado el XVIII, tuvo tal importancia que en la actualidad se considera parte distintiva de la cultura en América Latina. Se trataron de textos modeladoras de la conducta que influyeron de manera determinante en la sociedad americana española. Fueron varias las personas que actuaron en estas circunstancias dudosas, existe una gran cantidad de casos recogidos, algunos muy conocidos como el de Loudum, en Francia y el de Salem en Estados Unidos.
El interés por la literatura hagiográfica
en
nació
desde
fines del siglo XVI y pervivió hasta bien entrado el XVIII, tuvo tal importancia que en la actualidad se considera parte distintiva de la cultura en América Latina. Se trataron de textos modeladoras de la conducta que influyeron de manera determinante en la sociedad americana española. Fueron varias las personas que actuaron en estas circunstancias dudosas, existe una gran cantidad de casos recogidos, algunos muy conocidos como el de Loudum, en Francia y el de Salem en Estados Unidos.
La espiritualidad dudosa
Las religiosas se encargaron de escribir
y las voces autorizadas que las representaron fueron las de sus homólogos
varones. En esta literatura se pueden distinguir dos vertientes, ambas basadas
en la mística, una de ellas las condujo al reconocimiento público, a la
veneración, mientras que otra fue causante de charlatanería, de elementos
provocadores, transgresores, que lindó con lo sobrenatural. Las acciones que
las condujeron a esos trances (algunas de ellas buscadas con ese propósito)
sirvieron para lograr la tan ansiada santidad, se trata de un discurso ‘sumergido’
de la colonia, ya que la línea entre lo natural y lo sobrenatural era tan
delgada que fácilmente traspasaba sus umbrales, lo que Jacques Le Goff tipificó
como: “lo maravilloso cristiano” (14).
La
hagiografía tiene elementos comunes con lo maravilloso. El receptor de la
hagiografía parte de la fe religiosa para aceptar lo sobrenatural, el milagro.
En otros tipos de textos, como el cuento, se evade de la realidad, mientras que
en las hagiografías los elementos sobrenaturales cobran su valor en relación
con el mundo natural, lo extraño se acepta como una realidad integrada a la fe.
Para aceptarla representada en las obras, debemos considerar que ellas no nos
van a mostrar el entorno que conocemos, sino aquello que nos pudiera parecer
familiar.
Las características del
discurso religioso, que fue oral y escrito, tuvo elementos similares que
provinieron de Europa y se difundieron en la América Española.
La escritura estuvo mediatizada por la intervención de Dios, del confesor o del
director espiritual, lo que suponía una escritura a tres voces y donde el qué
se decía era más importante que el cómo se decía. El confesor fungía como
solicitador del escrito y como juez de lo que se podía publicar. En estos
textos se percibe una ambivalencia generada por la necesidad de dejar
constancia de la vida interior y que tenía que ver con la reflexión en el
proceso de escritura y su consecuente publicación o destino. Los verdaderos
textos de las religiosas no son los publicados, sino que fueron resultado de
una combinación de voces que el confesor siempre modificaba en menor o mayor
medida.
Retórica barroca
Las experiencias místicas que
acompañaron a la espiritualidad tienen su razón de ser en el Barroco. Este fue
un periodo donde el pecado como debilidad humana fue fuertemente combatido con
discursos intimidatorios que, si bien iban dirigidos a toda la sociedad, tenían
particularmente como receptores a las mujeres, ya que se les consideraba
causantes y presas fáciles del pecado. El Barroco que se produjo en la América Española ,
llamado por Mariano Picón Salas, Barroco de Indias, no fue sólo un estilo artístico,
sino también una forma de vida que estuvo lleno de contradicciones y de
paradojas, una de ellas fue la elevada espiritualidad que querían alcanzar los
novohispanos en contraste con la sensualidad ejercida, presente en varios
aspectos, como en el uso del vestido provocativo por negras y mulatas y que fue
merecedor de ataques en las parroquias y deleite para ojos de los españoles;
otra, fue la exigencia del rechazo hacia lo material en contraste con los
placeres que ofrecía el cuerpo. En el púlpito se demandaba que la
espiritualidad sólo se conseguía a través del sufrimiento.
Una característica de
la retórica barroca fue la profusión de fórmulas donde existía humildad y autonegación,
cuya exigencia fue distinta para hombres y mujeres, en ellas fue insistente, buscaron
la aceptación del lector; la pretensión de humildad sólo fue parte de la
retórica, un mero formalismo, ya que varias obras se escribían utilizando esos
modelos.
Como
parte de la poética de estos textos existió una serie de figuras retóricas más
utilizadas que otras, entre ellas se encuentra la comparación, vinculada con la
vida y pasión de Jesús; la utilización de adjetivos calificativos fue numerosa.
En diferentes ocasiones se utiliza la analogía, la descripción, suave, dulce, hermosa, que da cuenta de una emotividad por parte del
narrador. La utilización de palabras en latín, de citas de pasajes bíblicos, la
invención de un lector ideal para el que escribían y cuyo público cautivo se
centraba en las mujeres, enumeraciones, antítesis, exhortaciones, digresiones,
exclamaciones, interrogaciones, apóstrofes, son figuras retóricas
representativas de esta literatura didáctica. Utilizaron un lenguaje
repetitivo, un narrador omnisciente y omnipresente, una doble discursivización
que pertenecía a la autora y al confesor. En ocasiones, las religiosas
escribían dirigiéndose a un narratario explícito, que la mayor parte de las
veces era su confesor. La repetición, la hipérbole, la repetición exhaustiva de
una falsa modestia, la humillación de sí misma, alabar o desaprobar acciones,
descripción de imágenes, todo ello tenía como objetivo “deleitar con una
narración amena y mover la emotividad para producir acción” (Rubial 20) Se
valieron de recursos para manipular los textos con el fin de lograr su
objetivo, la realidad y lo desagradable fueron metamorfoseados, maquillados con
metáforas.
Se trata de un discurso
manipulador que seguía las consignas oficiales, en algunos casos se puede
advertir una conciencia de poder escondida, ya que se debe tener presente que
estas obras llegaban a un alto número de lectores en los que incidían
notablemente. Eran persuasivos y tendían más hacia lo emocional que hacia la razón,
fueron bien acogidos por un público que, seguramente, no sólo buscó la
ejemplaridad, sino que también gozó y aceptó el aspecto sobrenatural, teniendo
presente que no existía la novela, por lo que estas obras suplieron su ausencia.
La mayoría estaba estructurada en libros, en capítulos, en otros casos no
existía una puntuación adecuada. Las características temáticas que se
presentaban en forma parcial o total son las siguientes, indicadas por
Margarita Peña (600):
a)
Genealogía
b)
Eventuales
vicisitudes ocurridas durante el embarazo de la madre
c)
Nacimiento
e infancia
d)
Vocación
temprana e ingreso al convento
e)
Profesión
religiosa
f)
Vida
cotidiana en el convento
g)
Penitencias,
autotormentos, disciplinas
h)
Visiones,
apariciones, contactos divino y demoniaco
i)
Relaciones
de diversa índole en el convento
j)
Diversas
enfermedades padecidas en la vida
k)
Muerte
l)
Prodigios
y milagros
El
mundo evocado por la hagiografía es esencialmente religioso, tiene un origen
culto, remoto, seguía una tradición y se ajustaba a la ortodoxia teológica. Al
mismo tiempo el mundo hagiográfico se compone de elementos populares, que van
desde la forma, el vocabulario, hasta las referencias a lo cotidiano medieval y
a sus ideales (el héroe, el gusto por lo sobrenatural).
En la
Edad Media los dos géneros principales derivados de la
retórica clásica fueron la epístola y los sermones, en la época novohispana se
incluyeron de forma escrita en las biografías y autobiografías. Varias
actitudes en el Barroco procedieron de la Teología : las conductas religiosas, el efectismo
del púlpito, el recurrir a lo espantable y terrorífico como constantes de todo
buen sermón. Muchos predicadores buscaron lo que llamaron ‘espectáculos’ o
decoraciones tratando de conseguir lo que las mujeres intentaron a través de
las experiencias corporales.
Las
místicas modernas
Seguramente la escritura con temas religiosos en la
actualidad es totalmente diferente con respecto a épocas anteriores, hoy en día las mujeres poetas forman parte
del panorama literario, y la calidad de sus escritos es ya indiscutible.
En lo que respecta al siglo XX podemos
afirmar que es en los años
treinta y cuarenta cuando las
mujeres empiezan a publicar
poesía en revistas femeninas, pero no es
sino hasta mediados de este siglo,
cuando la escritura femenina empieza
a poblar de manera cotidiana el
panorama literario mexicano.
Los temas de la escritura en los inicios
del siglo XX estaban relacionados con el
entorno domestico y familiar: el amor, los hijos, y el hombre amado; sin
embargo la poesía femenina con temas religiosos se empieza a publicar a partir los años cuarenta.
Desde entonces a la fecha se han escuchado voces femeninas con aspiraciones religiosas y humanas: Concha
Urquiza, Emma Godoy, Gloria Riestra, Celia Hernández Diaz, Guadalupe Amor,
Aurora Reyes, Margarita Michelena, y ya
más cerca de los años 50s Enriqueta Ochoa, y en
época más reciente Elsa Cross.
Asimismo la temática religiosa ha
sido de
larga tradición en la lírica mexicana. Podríamos afirmar que México es
un país profundamente espiritual, y es una de las características que aún
permanece presente en las fiestas y
rituales colectivos de la provincia mexicana.
Po tanto
podríamos aseverar que los
orígenes de la poesía religiosa en Hispanoamérica se remontan desde la fundación de la isla de Santo Domingo
con los religiosos que llegaron acompañando a Colón
y posteriormente con Hernán Cortés,
sin embargo la temática
espiritual en la poesía mexicana se
remonta a las culturas prehispánicas.
A
manera de ejemplo centraremos nuestra atención en tres mujeres
poetas místicas modernas de la segunda mitad del siglo XX: Concha
Urquiza (910-1945), Pita Amor (1917-2000), Enriqueta Ochoa (1928-20008).
Es necesario recordar que el concepto de mística ha ido cambiando a
lo largo del tiempo, actualmente tiene
otras connotaciones a las que tenía en épocas pasadas como ya se ejemplifico al
inicio de este ensayo.
Las
poetas religiosas de este siglo “ mostraran interés por las cuestiones
relacionadas con los estados de conciencia, la experiencia interior, el sueño y
la intuición; sabiendo ya que para un místico el primer resultado del
fervor contemplativo es una pura intuición poética”(El Mejdoubi, poesía y mística 7)
De este modo observamos que hay poetas que se dirigen a Dios desde la fe
católica, o desde una búsqueda ecléctica,
o desde conflictos pasionales, dudas,
desvíos de pensamientos o desencantos intelectuales. Cantos que surgen desde la
más profunda fe, hasta la más íntima
disidencia asociada a la necesidad de
llenar los vacios existenciales. Podríamos decir que la mayoría de ellas ha tenido influencia
de la biblia así mismo comparten las tendencias religiosas y estéticas de la
poesía española particularmente de Fray Luis de León, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.
Algunas influencias de San Juan que
encontramos en estas poetas son símbolos
de la noche, el encuentro del alma con el amado, luz divina, la luz que ilumina
pero ciega.
Guadalupe
Amor, conocida como Pita Amor , fue una poeta
de personalidad extrema, que en
su época causó escándalos y admiración.
Una mujer que rompió los cánones
establecidos. Bella, rebelde, audaz e inteligente.
Cultiva
principalmente la décima, con clara influencia de Sor Juana Inés de la Cruz y Francisco de Quevedo y
por supuesto de los clásicos españoles. Sus
principales obras son: Yo soy mi casa
(1946), Puerta obstinada (1947), Círculo de angustia (1948), Polvo
(1949), Décimas a Dios (1953), Sirviéndole
a Dios de hoguera (1958), Todos
los siglos del mundo
(1959) y Soy dueña del universo
(1984).
Una mujer
cobijada por tormentos
interiores; rebelde ante la condición de las mujeres de su tiempo, una poeta que
como armadura empuño las
provocaciones cotidianas de una personalidad extravagante y provocadora, de soledad
elegida.
Su
búsqueda atravesó los pasillos del teatro y la televisión actividad que fomentó su egolatría exacerbada, finalmente encontró en la literatura el medio para
expresarse.
En su Décimas a Dios encontramos algunas inquietudes
espirituales evidentes
Hoy Dios llego a
visitarme,
Y entró por
todos mis poros;
cesaron dudas y
lloros,
y fue fácil
entregarme
pues con sólo
anonadarme
en la exaltación
que tuve,
mi pensamiento
detuve,
y al fin
conseguí volar….
¡Sin moverme,
sin pensar,
Un instante a
Dios retuve¡
Otra poeta singular fue Concha Urquiza
quien desde muy pequeña se inclinó por la literatura
clásica y a los 11 años escribe sus primeros poemas. Una mujer de contrastes
y de fuerte temperamento,
Su insatisfacción existencial la
llevó a buscar refugio en la vida religiosa pero al no soportar los rigores de
la orden abandona el convento con la salud debilitada y con una fuerte depresión nerviosa, se refugia en San
Luis Potosí en casa de la hermana de una
monja con sólo 29 años de edad, esta etapa fue de gran productividad poética y es precisamente cuando Concha escribe sus mejores poemas,
caracterizados con imágenes
erótico-amorosas, similares a las que escribieron los poetas clásicos españoles
Fray Luis de León, Santa Teresa y San Juan de la Cruz :
Él fue quien vino
en soledad callada,
y moviendo sus
huestes al acecho
puso lazo a mis
pies, fuego a mi techo
y cerco a mi
ciudad amurallada
Como lluvia en el
monte desatada
sus saetas
bajaron a mi pecho;
El mató los
amores de mi lecho
y cubrió de
tinieblas mi morada(Job)
por su
parte la coahuilense Enriqueta Ochoa es otra representante de las poetas con grandes inquietudes espirituales.
Ochoa dedico gran parte de su vida a la
formación de escritores, permaneció alejada de los círculos literarios. Es autora de los siguientes libros de poesía:
Las urgencias de un Dios 1950, Los himnos
del ciego 1968, Las vírgenes terrestres 1969, Cartas para un hermano 1973,
Retorno de Electra 1978 y 1987; Canción de Moisés 1984; Bajo El Oro pequeño de
los trigos 1984; Enriqueta Ochoa de Bolsillo 1990 y Enriqueta Ochoa, material
de lectura 1994, Enriqueta Ochoa,
antología personal; Que me bautice el viento. Enriqueta para niños 2004, Asaltos a la memoria 2004, La
Creación
2005, entre otros.
Su vocación mística y
poética
las descubrió siendo niña y las aceptó como un destino. Su búsqueda de lo
sagrado se deja ver desde su primer poema: “Las urgencias de un Dios”.
Podríamos decir que un gran número de los poemas de Ochoa son
esotérico-religiosos: “En el cristal profundo del silencio”, “Estos templos que somos”, “El deshollinador”, “Los
himnos del ciego”, “Al hacedor de templos en el llanto”, “Perfecto mío, señor
de los potreros”, “En los ojos del misterio”, “Qué sed mortal de Dios se
desamarra en mí”, “Es otra mi medida de bríos”, por mencionar a los más
importantes. Citamos un ejemplo:
Es la hora.
Siéntate junto a
ti,
Escucha el cristal profundo del
silencio.
Busca la sustancia sin género,
la aleación de ti mismo,
y entonces, solo entonces
entrégate con servidumbre a la palabra.
“En el cristal profundo
del silencio”, Enriqueta nos muestra con un lenguaje sencillo, claro y directo
que la poesía alcanza dimensiones que otras disciplinas difícilmente lo harían
con la brevedad y magnificencia de la palabra
“En el cristal profundo del silencio”, es uno de los
poemas más cortos de Ochoa. La pulcritud
es una de sus características. En este poema se ve claramente la intención de la autora al compartir su
experiencia mística a través del
lenguaje.
Conclusiones
Las reflexiones
finales conducen a presentar coincidencias y diferencias. Entre las primeras
está la influencia de textos religiosos como la Biblia. En diferentes épocas
este libro ha tenido repercusión en la literatura religiosa. Otra, tiene que
ver con la influencia que Santa Teresa ejerció en las místicas, visible en las
hagiografías y en los poemas. Fue un modelo repetido en toda la América
Española cuya aceptación fue evidente y consciente. En las poetas con inquietudes espirituales contemporáneas la influencia de los místicos
españoles es una característica común entre ellas. La intensidad lirica impregnada en sus
obras les conlleva a escribir una poesía mística
que raya en lo erótico.
La diferencia radica en los motivos
por los cuales se hace este tipo de literatura: anteriormente tenía un carácter
didáctico, edificante, con miras a influir en la sociedad; en la actualidad tiene
que ver con motivos personales, propios de la existencia cotidiana, en grandes vacios espirituales, búsquedas
eclécticas y atormentadas, desencantos
intelectuales y con una fuerte necesidad de acceder a la divinidad a través de la
palabra.
También podemos observar que si bien es cierto en los
siglos XVI, XVII y XVIII los escritos más relevantes fueron aquellos de temática religiosa,
en el siglo XX las poetas que escriben
temas religiosos son consideradas pasadas de moda y de alguna manera disidente a las temáticas vanguardistas.
BIBLIOGRAFÍA
Amor, Guadalupe. Decimas a Dios.
Planeta, México, 2000.
El Mejdoubi,
Hanan. Poesía y mística en siete poetas mexicanos. Tesis doctoral. Universidad
Complutense de Madrid y Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, Madrid, 2003.
Le Goff, Jacques. Lo maravilloso y lo cotidiano en el Occidente medieval. Barcelona: Gedisa, 1986.
Ochoa,
Enriqueta. Bajo el oro pequeño de los trigos, Pról. y Antología de Mario Raúl
Guzmán, Universidad Autónoma de
Chapingo, México, 1984.
Peña, Margarita.
“Manipulación masculina del discurso femenino en biografías de monjas. Ejemplos
del Parayso Occidental, de Sigüenza Góngora”. La creatividad femenina en el mundo barroco hispánico. María de Zayas,
Isabel Rebeca Correa, Sor Juana Inés de la Cruz. Reinchenberger :
Kassel, 1999.
Robles, Martha.
Escritoras en la cultura nacional, T II, editorial Diana, México, 1989.
Rubial García,
Antonio. “Ángeles en carne mortal. Viejos y nuevos mitos sobre la
evangelización de Mesoamérica”. Signos
históricos. 7, (2002): 19-51.
Urquiza,
Concha. El corazón preso,
Gabriel Méndez Plancarte (comp.), CONACULTA, México, 1990, (Lecturas
mexicanas).
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